El Papa Juan Pablo I, en su homilía el día de al canonización, dijo: "El P. Pío unía a la oración una intensa actividad caritativa, de la que es expresión extraordinaria la “Casa Alivio del sufrimiento”. Oración y caridad, esta es una síntesis sumamente concreta de al enseñanza del P. Pio, que hoy vuelve a proponerse a todos". El mismo P. Pío escribe en una de sus cartas: "Quien ha elegido el amor de Dios no puede quedarse egoístamente en el Corazón de Jesús, sino que debe arder también en la caridad hacia los hermanos" (Ep I, 962).
Promovió variadas obras sociales en San Giovanni Rotondo, con las limosnas que el llegaban de todo el mundo: Escuela Profesional para chicas jóvenes, escuela materna "San Francisco de Asís" con su orfanato, guardería infantil, Centro de Enseñanza Profesional, confiado a los Terciarios Capuchinos.
En 1956 se inauguró el Hospital 'Casa Alivio del sufrimiento', con 1000 camas para los enfermos pobres de al región, "criatura de la Providencia", en palabras del P. Pío: "Se ha plantado en la tierra una
semilla que el Señor Dios calentará con sus rayos de amor".
El principio que inspira dicho Hospital es "en cada enfermo está Jesús que sufre; en cada pobre está Jesús que languidece; en cada enfermo pobre está doblemente Jesús". "Aquí los que están hospedados, médicos, sacerdotes serán reserva de amor, que, mientras más abundante sea en uno, tanto más se comunicará a los demás", decía el P. Pío el 5de mayo de 1957. A los médicos les decía:
"vosotros los médicos...tenéis la misión de curar al enfermo; pero si no leváis amor al lecho del enfermo, no creo que las medicinas sirvan de mucho....Sed portadores de Dios para los enfermos; eso será más útil que cualquier otro cuidado".
El P. Pío amó intensamente; entregó su vida. El amor a Dios y al prójimo eran la clave y el sentido de su vida. Fue verdadero discípulo de Jesús.
